Me levanto para salir a dar la vuelta en bici de rigor. Cuando estoy desayunando suena la campana, tengo que ir a sacar el coche que aparqué ayer, sino quiero que me multen, solucionado. Me pongo la cinta del pulsometro, el maillot, el culotte y las zapatillas. Cuando llego al lado de mi máquina me doy cuenta de que se me olvidó engrasarla después del lavado, así que si no quiero problemas, debo esperar un poco más para salir. Una vez engrasada, conecto el pulsómetro y no funciona, decido pasar de él y salir igual. Cuando me subo a la bici los pedales no enganchan y se sueltan con mucha facilidad; otro problema que no me va a detener. Después de superar todo el estrés que supone salir con todo en contra, empecé a disfrutar del entreno, paré varias veces para contemplar el paisaje... Al llegar a casa no sabía los kilometros que había recorrido, ya que también se quedó sin pila el cuenta, no sabía las pulsaciones máximas, ni medias, no sabía nada. Pero tenía una sensación de felicidad y placidez que hacía tiempo que no sentía. Había completado el entreno, teniendo todo en contra, esto és simplemente disfrutar de la bici.
No es facil no tirar la toalla, y solo campeones de la talla de Lance, aun teniendo todo en contra, tienen la capacidad de ganar la etapa, en el video, aunque no se ve, recordareis, termino ganando la etapa. Un saludo. Ah, mañana llegó el gran día, veré a mi abichuela!!.
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